Si crees que elegir qué ponerte es una decisión 100 % personal, prepárate para cuestionarlo todo. En 2025, la inteligencia artificial (IA) no solo sugiere looks en Pinterest o TikTok; también está creando tendencias antes de que salgan a la calle. O dicho de otro modo: lo que antes era trabajo de cool hunters y editores de moda, hoy es una mezcla de big data, algoritmos y machine learning que detecta patrones de estilo, incluso, antes de que te enteres de que te gustan.
Y ojo, esto no es solo una teoría futurista. Según un informe de McKinsey & Company de 2024, el 70 % de las decisiones de diseño en marcas fast fashion ya están influenciadas por la IA, que analiza métricas como qué colores se viralizan en redes o cuántas búsquedas tienen ciertas prendas en marketplaces.
Para el Dr. Matthew Drinkwater, director de Fashion Innovation Agency, en Londres, está muy claro.
«La IA no solo predice tendencias; las crea. [De hecho], está convirtiéndose en una especie de editor invisible que marca el estilo global».
Fashion meets data
El match entre moda y tecnología no es nuevo, pero ahora ha subido de nivel. Apps como The Yes o Lyst ya integran IA para personalizar recomendaciones en tiempo real. Literalmente, tu celular te dice qué ponerte según el clima, la ocasión o, incluso, tu mood (o al menos, el que reflejan tus búsquedas recientes).
Pero lo polémico es que esto no solo afecta al consumidor. Diseñadores independientes han alzado la voz, porque los algoritmos pueden plagiar indirectamente. Stella Jean, diseñadora italo-haitiana conocida por su activismo en la moda ética, asegura que «cuando la IA toma referencias de cientos de marcas para crear un ‘ideal’ de tendencia, se diluye la autoría. Todo se vuelve un remix sin alma».
¿Creatividad en peligro?
La IA también está transformando las fashion weeks. Marcas como H&M y Tommy Hilfiger ya han usado IA para desarrollar colecciones completas, acelerando procesos creativos que antes tardaban meses. En un mundo donde el scroll es el nuevo front row, la velocidad manda. Y yo me pregunto: «¿A qué costo?».
A lo que responde Li Edelkoort, renombrada trend forecaster y crítica de la sobredigitalización de la industria:
«La moda siempre fue un reflejo de lo humano: nuestros deseos, miedos y pasiones. Si dejamos que un algoritmo lo decida todo, perdemos esa chispa de imperfección que hace a la moda auténtica».
¿Qué sigue entonces?
Por supuesto, la IA no va a desaparecer. Al contrario, será más inteligente, más intuitiva y, quizá, más creativa. El reto es encontrar un equilibrio entre inspiración algorítmica y alma humana, entre data y diseño, entre el outfit viral y la identidad personal. Porque al final, aunque tu clóset esté curado por un software, la verdadera tendencia es ser tú mismo/a.